El crimen de Rodríguez, de 58 años, se registró el lunes en un barrio de Tegucigalpa, la capital de Honduras, en un hecho en el que un hombre que acompañaba a la víctima resultó herido de bala.
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) también condenó la muerte violenta de Thalía Rodríguez e hizo un llamado a las autoridades de Honduras para realizar «con debida diligencia las investigaciones necesarias y brindar justicia» a la comunidad LGBTI víctima de violencia y sus familias.
«Las personas pertenecientes a la comunidad LGBTI sufren riesgos graves de desplazamiento forzado debido a la discriminación, persecución y amenazas contra su integridad personal por su orientación sexual o expresión de género», indicó la Acnur en un comunicado. El asesinato de Thalía Rodríguez, quien era defensora de derechos humanos, causa «un impacto adicional muy preocupante que perjudica el muy valorado trabajo de los defensores de derechos humanos en Honduras», añadió.
Acnur reiteró su disposición para apoyar los esfuerzos de Honduras para «salvaguardar los derechos y el bienestar de las personas que están en riesgo o se han visto obligadas a huir a causa de la violencia y sufren persecución por defender sus derechos, para que todas las personas tengan derecho a recibir protección».