Erik nos dijo que desde el año 2009 ha recibido propuestas para participar en la política, rechazándolas todas porque se considera un hombre luchador que está viviendo sus sueños. “No quiero estropear mis sueños, porque la política, lamentablemente, ensucia la dignidad de hasta el más honrado”.
El propósito de vida de Chavarria es transmitir energía positiva y carisma a toda aquella persona que la desee.
“En el anonimato y ante los ojos de Dios me gusta servir y eso me llena aún más, pues bien dicen que el que no vive para servir, no sirve para vivir”
Finalmente, Erik comparte con los Espectadores una de las anécdotas que marcó su vida a lo largo de su recorrido en el mundo de las comunicaciones:
Un día fui al autoservicio de un restaurante, me atendieron normal, en la bocina cuando llegué a la ventanilla vi como dos señoritas se secreteaban entre sí, luego dejaron solo el lugar y yo comencé a molestarme, de repente se asomaron tres y la cosa se puso más extraña y una de ellas abrió la ventana y con voz entre risas y nervios me dijo: “lo siento, lo siento ¿usted es Erik Chavarria verdad? No sabe cuánto lo admiro, mi esposo hasta lo cela y ¿sabe qué? hasta le puse a mi primer hijo su nombre”
Fue un momento sorprendente, agradable y que mara el día a cualquier persona porque había admiración y sobre todo mucho cariño de alguien que me conocía por mi trabajo
