En Ucrania las autoridades han denunciado este día que cerca de 40 niños han muerto y más de 70 han resultado heridos desde los últimos días de febrero, cuando el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ordenó el comienzo de una ofensiva militar contra el país.
Las imágenes de destrucción y de civiles atrapados en medio de los bombardeos rusos en las ciudades ucranianas de Járkov, Chernígov o Mariúpol, han encendido las alarmas de los organismos internacionales, e incluso algunas ONG han advertido que el uso de armas letales en zonas letales en zonas residenciales puede catalogarse como "crimenes de guerra".