Las alteraciones a nivel cardiaco e inflamatorio provocadas por la COVID-19 tienen múltiples manifestaciones en el organismo, y ya se sabía que podían afectar al aparato reproductor masculino, provocando una dolorosa hinchazón al invadir los testículos. Ahora, dos casos documentados científicamente recogen que un síntoma de una infección grave del coronavirus SARS-CoV-2 puede ser el priapismo, la aparición de erecciones de más de cuatro horas que deben ser tratadas clínicamente para evitar daños mayores.
El primer caso detectado en Miami, Florida, se refiere a un varón de 69 años e historial de obesidad que fue ingresado en Cuidados Intensivos tras una semana con síntomas respiratorios. Debido a su rápido deterioro, el paciente tuvo que ser intubado y colocado boca abajo para mejorar la intubación. Al girarle al día siguiente, la enfermera observó que tenía una erección.
Se le administraron bolsas de hielo, pero la erección permaneció durante las siguientes tres horas, por lo que avisó a urología mientras se drenaba el exceso de sangre del miembro. Finalmente, con la llegada del especialista, se le administró el descongestivo fenilefrina que logró la detumescencia tras 30 minutos de tratamiento. El paciente, sin embargo, terminó falleciendo tras un prolongado ingreso a consecuencia de los problemas respiratorios.