Verdades acerca de esta enfermedad

La viruela del mono se conoció en 1958 y es endémica en África.

1) Las personas asintomáticas no contagian

Eso parece. Hasta el momento la transmisión verificada se ha limitado al contacto con personas que presentaban síntomas.

Pasado el periodo de incubación, comienza una fase en la que aparecen síntomas similares a los de la gripe: en ese punto, aunque no haya lesiones en la piel, se considera que una persona ya puede contagiar. La transmisión en la tercera etapa de la enfermedad, cuando aparece el sarpullido, es importante.

Por eso se recomienda que cuando alguien siente síntomas se aísle entre dos y cuatro semanas, lejos de personas y mascotas. La capacidad de transmitir la viruela del mono continúa hasta que el sarpullido ha desaparecido por completo y se ha formado una nueva capa de piel.

2) Es posible tomar precauciones para reducir el riesgo de contagio

Sí. Primero conviene hacer una evaluación del riesgo personal que cada persona corre. Un hombre que mantenga relaciones sexuales con mútiples parejas está expuesto: su principal medida de prevención sería la vacuna.

Contra la viruela del mono hay una vacuna eficaz y un antiviral. (REUTERS/Gavino Garay)

Otras medidas útiles consisten en evitar tocar las heridas, las mucosas y los fluidos corporales de alguien infectado, no compartir objetos —utensilios, ropa— y limitar el contacto prolongado de piel a piel.

Ante el menor síntoma conviene hacer la prueba de la viruela del mono.

3) Los síntomas son fáciles de reconocer

Es un hecho. La viruela del mono puede comenzar como una gripe: fatiga, dolor muscular, ganglios inflamados, fiebre. Luego se ve el sarpullido, que puede presentarse en las zonas de contacto sexual solamente o en todo el cuerpo, incluida la cara.

En general los síntomas se presentan entre una y dos semanas luego de la exposición al virus y duran hasta cuatro semanas. Suelen ser leves, pero cuando no lo son se pueden tratar con un antiviral, tecovirimat.

4) Los preservativos no impiden la transmisión

Correcto. Lamentablemente, dan una protección limitada contra la viruela del mono. Pueden cuidar el área expuesta durante el contacto íntimo, pero en el resto del cuerpo la piel es vulnerable.

No hay que tocar las heridas, las mucosas y los fluidos corporales de alguien infectado.

Los preservativos se recomiendan, sin embargo, porque todavía no se ha establecido si el virus se puede transmitir por medio del semen o los fluidos vaginales: hasta que se descarte esa posibilidad, conviene usarlos incluso semanas después de haber completado la recuperación.

5) La vacuna contra la viruela común ofrece protección

Es cierto, pero se trata de una protección limitada. Algunos científicos estiman que las personas vacunadas (aun aquellas que recibieron su dosis hace décadas) pueden tener más de un 80% de protección, pero otros consideran que el porcentaje es mucho menor.

No se recomienda, entonces, confiar en la vacuna de la viruela común, sino recibir la vacuna específica contra la viruela del mono.

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