En los últimos meses se ha dado un fenómeno, muchos hondureños se quejan y exponen que sus ingresos no les alcanzan, que los alimentos están caros y que han subido de precio.
Es bien sabido que está variación de precios se ha venido acumulando debido al incremento del precio del petróleo que se vivió tras el inicio de la guerra de Ucrania y Rusia.
Sin embargo, en las últimas semanas se ha reflejado una disminución considerable en el precio de los combustibles, mas no en los alimentos.
Ante el reclamo de la ciudadanía sobre los altos precios de la canasta básica El Espectador Hn realizó una encuesta donde se le consultó a la población hondureña : ¿Quien debe tomar las medidas para que el precio de la canasta básica reduzca?
Dando dos opciones:
a) Casa Presidencial y b) Congreso Nacional; Tomando como base las encuestas subidas en las plataformas digitales del medio y encuestas realizadas a través de entrevistas.
Un 90% de la población encuestada asegura que la opción a (casa presidencial) debería tomar las medidas para la reducción del precio de los alimentos.
Al respecto los consultados expusieron que dicha rebaja de los combustibles no es el resultado que ellos pretendían ya que el 95% de los encuestados manifiesta que en sus hogares no ha tenido un efecto positivo no todos cuentan con un “carro propio” el precio del pasaje en buses y taxis es el mismo
y puesto que siguen manteniendo la misma demanda de productos de la canasta básica.
Población resiente el precio de los alimentos
De acuerdo a datos obtenidos se observa que la población resiente el precio de los productos de la canasta básica los cuales se han venido acumulando desde el mes de enero según datos del Banco Central de Honduras, conforme al Índice del Precio del Consumidor.
Diversos sectores han venido demandando al gobierno la aplicación de un plan anticrisis integral para frenar el impacto de la inflación en el costo de vida del hondureño, sin embargo, la administración de la presidenta Xiomara Castro ha aprobado medidas como rebaja a los impuestos a los combustibles, energía gratis para los consumidores residenciales que facturan hasta 150 kilovatios hora al mes, congelamiento de precios al gas licuado propano de 25 libras, al diésel y a la gasolina regular.