Es preciso detallar que debido a la pandemia y a los desastres nacionales “la deserción ha incrementado a uno 2.3 millones de niños y niñas que han quedado sin acceso al sistema educativo regular sumado a ello ese 1.2 millones de niños que ya estaban fuera” detalló Marell.
Además de esto también “lo que ha venido a afectar es que no se ha definido un presupuesto para el sistema salud y educación. Y vemos una marcada diferencia entre el presupuesto que ha sido asignado en materia de defensa y seguridad, pero acosta de reducir sustancialmente el presupuesto de educación. Por lo que el sistema educativo no estaba preparado para lo que se tocó vivir en el año 2020”.
Otra de las razones es las aulas de clases sin acceso a internet a nivel nacional, estudiantes que no tienen acceso a una computadora o a un teléfono móvil que les permitiera conectarse virtualmente con las clases que se estaban brindando desde la Secretaría de Educación “o que lo estaban haciendo de manera directa los y las docentes con lo poco que se logró acceder a las clases es por el gran esfuerzo que hicieron las y los docentes para poder comprar de su propio dinero las tarjetas que le diera acceso a internet y preparar las clases, asimismo el esfuerzo que hicieron los padres de familia para poder comprar internet” aseguró.
Asimismo, Marell analiza que, en muchas familias podrían a ver 6 niños y solo tenían acceso a un teléfono celular que había en casa. Y mientras hubo el confinamiento los padres y madres que estaban en casa podían permitir que los niños trabajaran con su teléfono, pero cuando se fue retorno a labores y se fue abriendo la circulación, lógicamente además de que los niños ya no podían ser atendidos por los padres o no estaban dando seguimiento los padres y tampoco podían tener acceso a esos teléfonos.
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