Camila, la villana que se convirtió en reina

Su estoicismo de hierro y silencio, además de una astuta campaña de imagen, ha revertido el oprobio padecido en los años noventa tras saberse su relación con Carlos. Conocida en palacio como Lady Boss, su opinión es la primera que el rey. 

Antes de morir el pasado mes de septiembre, la reina Isabel II dejó bien claro que su deseo era que Camila se convirtiera en reina consorte. Esta decisión no fue del agrado de la mayoría de 'fans' de la família real británica, que tienen todavía muy presente a la princesa Diana de Gales, que fue engañada por Carlos III con la actual pareja del monarca.

Visiblemente incómoda, Camila sostenía la corona en su cabeza, cuyo peso es de 600 gramos, con miedo a que se cayera mientras caminaba con cuidado por el pasillo central de la abadía de Westminster. A pesar de todos los ensayos realizados, se notaba que no estaba a gusto con tan 'equilibrística' hazaña.

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