Dicho informe arroja que los “mal llamados” hospitales móviles representaron un gasto para el país de 1,272,579,690 en total, incluyendo obras civiles que aumentar 98.5 millones de lempiras a lo que se pagó a Elmed Medical Systems.
Asimismo, con los estudios hechos, el CNA pone en duda la eficiencia del trabajo de los contratistas y supervisores que han estados a cargo de la instalación, “pues con la enorme decepción por su falta de funcionamiento, ha agravado la falta de respuesta a la ciudadanía que todavía sufre los golpes de la pandemia”.
También el análisis del CNA, señala que con el monto total erogado Honduras pudo tener la capacidad de compra 1.3 millones de vacunas de la farmacéutica Moderna, o en su defecto 13.9 millones de vacunas de AstraZeneca, lo que hubiese permitido inmunizar a la población total del país en un menor tiempo.
En ese sentido, resaltan que otra alternativa de inversión que se pudo haber dado, es la construcción de un hospital comparado a los de países desarrollados, con una dimensión de 20 mil metros cuadrados y con el equipo especializado para tratar afecciones con la del nuevo coronavirus.
Además, el informe pide que no se le debe dar un día más a los miembros de la junta interventora de Invest-H, “ya que en varias declaraciones informaron que todos los hospitales estarían funcionando desde marzo”, pero hasta la fecha solo el de San Pedro Sula funciona como sala Covid del Mario Catarino Rivas.