Persecución a empresas hondureñas deja 800 desempleados: anuncian cierre de Inversiones Pinares

MiAmbiente anunció la no aprobación de licencias a la empresa minera, lo que trae un gran impacto económico a la zona y los condena a seguir con apagones.

En Tocoa y el departamento de Colón perderán más de 800 empleos y se despiden de la solución al problema energético en la zona ante el inminente cierre temporal de operaciones de uno de los principales motores económicos de la zona: la empresa minera Inversiones Los Pinares.

La esperanza de las cientos de familias que dependen directa e indirectamente de la empresa minera se “esfumó” ayer tras el anuncio de Lucky Medina, titular de la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente (MiAmbiente), que confirmó en Twitter que la “mina Pinares en Tocoa, ha comenzado su proceso de suspensión hasta 2025 @SernaHN no ha aprobado licencias ambientales para lote ASP II".

Tocoa es una de las ciudades más golpeadas por el desempleo, por lo que cada año miles emigran ilegalmente hacia Estados Unidos ante la falta de trabajo y cientos terminan siendo deportados desde tierras norteamericanas. Además, la tasa de analfabetismo es del 14.93%.

Por lo que, la noticia de la no aprobación de licencias a Los Pinares por parte de MiAmbiente tiene alarmados a los habitantes, sobre todo, de las comunidades de influencia del proyecto, donde familias completas dependen del trabajo que la mina les ofrecía, entre ellas: San José de García, La Laguna, Brisas de Corozales, Corrales de Piedra, Cayo Campo, Ceibita Comunidad, Colonia Gracias a Dios, Ceibita Colonia, La Concepción, Santa Rosita y La Coroza, entre otras.

Margarita Antúnez (38 años), es el único sustento de sus hijos de 11, 14 y 17 años y es una de las afectadas tras recibir su carta de despido tras dos años de trabajar en el área de limpieza.

“Ayer me informaron que tenían que despedirme. Mi mundo se vino encima. Yo soy diabética y necesito mi trabajo para comprar mis medicamentos y para mantener a mis tres hijos, que gracias a ese trabajo tenía estudiando”, contó entre lágrimas Antúnez.

La vida de Margarita no ha sido fácil. Su esposo fue asesinado hace tres años tras recibir amenazas de un grupo de falsos ambientalistas violentos, solo por el hecho de trabajar para la compañía minera y desde entonces ha tenido que velar ella sola por sus hijos. 

En su familia, son 8 personas las afectadas, porque su yerno, esposo de su hija mayor, también trabajaba en la empresa y ellos también han quedado a la deriva, junto a sus dos niños pequeños.

“Ahora yo estoy también apoyando a mi hija, su esposo y sus dos niños, porque también están afectados con el cierre de la mina. Le pido al ministro Lucky Medina que nos ayuden, son cientos de familias que quedamos desempleadas y sin tener como sobrevivir. Que se pongan la mano en la conciencia, que no cierren el proyecto. No es justo lo que nos han hecho”.

“Si la mina cierra tendré que emigrar a EUA”

Aventurarse en el peligroso camino del “sueño americano” es la única alternativa que vislumbra en este momento, Blanca Ochoa, una ingeniera de Negocios con maestrías en Economía y Finanzas, quien también trabajaba en la mina y que quedó sin su ingreso permanente.

“Yo trabajaba en el área gerencial como analista de sistemas de información. Me costó poder conseguir un puesto que estuviera en línea con mis estudios, ya que en Tocoa no hay empresas que puedan ofrecer oportunidades a las personas con perfiles académicos. Aquí nadie quiere venir a invertir y cuando vienen no se les cuida. Le pedimos a las autoridades que consideren esta decisión que vean cuantas personas estamos quedando hoy sin una fuente de empleo”.

“Pinares nos estaba dando una de las grandes oportunidades de nuestras vidas, soñamos con salir adelante en nuestra tierra. Ahora estoy contemplando la idea de emigrar, porque mi familia depende de los ingresos que yo gano. Mis papás dependen de mí completamente, mi papá tiene 75 años y mi mamá 76 años. Tengo que hacer algo por ellos”.

El panorama de las hermanas de Blanca, que ya tienen sus hogares aparte, tampoco es alentador, ya que tres de sus cuñados y una hermana que trabajaban en la mina también han quedado desempleados.

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