En un flagrante ataque al derecho de información en Honduras, Luis Redondo, ha tomado medidas draconianas al ordenar el bloqueo de la cuenta del periódico digital del pueblo, El Espectador HN.
Esta acción no solo es inaceptable, sino que también es profundamente perturbadora, ya que socava uno de los pilares fundamentales de una sociedad democrática: el derecho a la información libre y sin restricciones.
La cuenta de Twitter @Congreso_HND es un recurso público, propiedad del Estado hondureño, al cual todos los ciudadanos y medios de comunicación deberían tener acceso sin discriminación alguna.
La acción de Luis Redondo de bloquear el acceso a esta cuenta demuestra un claro desprecio por los principios democráticos y un intento de silenciar a aquellos que se atreven a criticar sus acciones y cuestionar su liderazgo.
Tiempo atrás, Luis Redondo recurrió a la táctica de utilizar el sitio LPH como vehículo para sus ataques a El Espectador HN. LPH, un periódico que carece de un dueño visible y opera en el anonimato, es un instrumento para la propagación de propaganda y desinformación.
Es de conocimiento público que LPH es, en realidad, el brazo mediático de Luis Redondo, quien lo utiliza para difamar, calumniar y desacreditar a aquellos que se atreven a desafiar su autoridad.
Hoy, desde las plataformas de El Espectador HN, denunciamos enérgicamente esta acción de Luis Redondo. Le recordamos al señor Redondo que es nuestra dedicación a informar al pueblo hondureño nunca se verá mermada por sus intentos de censura, a pesar de que él en el pasado cuando era oposición se sirviera de este medio para transmitir sus mensajes al pueblo hondureño.
Seguiremos desempeñando nuestro rol como medio de comunicación con integridad, veracidad y profesionalismo, ofreciendo a nuestros lectores información precisa y objetiva a lado del pueblo.
Comunicaciones del Congreso Nacional ha señalado que ellos no se dan cuenta de dicha situación, realizada por las autoridades que presiden el legislativo.
Nuestro compromiso inquebrantable es destacar y revelar la verdad sin compromisos, incluso cuando esta resulta incómoda para los traidores del pueblo.