El gobierno de Estados Unidos anunció ayer la revocación de visas para aquellos funcionarios hondureños que han sido identificados como agentes perturbadores de la democracia y promotores de la violencia en el país.
El Departamento de Estado expresó su firme condena hacia el reciente uso de la violencia en Honduras, considerándolo como un intento de socavar la estabilidad democrática.
La medida se toma en respuesta al nombramiento irregular y sin precedentes de un fiscal general interino y un fiscal general adjunto interino, acciones que han suscitado preocupación en la comunidad internacional respecto a la integridad del sistema judicial hondureño. Estados Unidos reafirma su compromiso con la promoción de la democracia y el respeto al estado de derecho en la región.