Sin duda alguna, que el equipo albo salió con la misión de alcanzar un nuevo tricampeonato, de forma invicta y desde el inicio se sintieron respaldados por la incondicional de sus seguidores. El equipo dirigido por el argentino, Pedro Troglio presionó llegando en el minuto 47, Jerry Bengtson en una jugada de habilidad y precisión, nueve minutos después, Yustin Arboleda puso a su equipo en ventaja.
Con estos dos héroes los merengues quedaron campeones, consiguiendo la 37 y una blanca navidad para millones de hondureños que decidieron celebrar en las calles capitalinas, mientras otros en sus barrios y colonias. Una noche que quedará atesorada en la historia de la competición, donde una vez más el Olimpia le demuestra al Motagua, que no es por cualquier cosa que los llaman los mejores de Honduras.
