El despilfarro de recursos es un insulto al espíritu deportivo y una afrenta a la responsabilidad fiscal que se espera de cualquier funcionario público.
La revelación de que el titular de la Comisión Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Condepor), Mario Moncada, tendrá a su disposición de 437 dólares diarios para gastos personales durante su estancia en los Juegos Olímpicos de París 2024 es una bofetada para los ciudadanos hondureños.
Mientras los jóvenes de Honduras anhelan desesperadamente espacios físicos adecuados para la práctica deportiva y recreativa, como canchas de baloncesto, campos de fútbol y centros de recreación, Moncada parece estar más preocupado por vivir a lo grande a expensas del erario público.
La indignación es justificada: con el dinero que se está destinando solo a los viáticos del comisionado, podrían iniciarse proyectos que beneficien verdaderamente a la comunidad, en lugar de alimentar el lujo y el derroche de un político.
Según la evidencia, los viáticos, indican que el viaje es por un total de 18 días y medio, en el boleto aéreo ida y vuelta el costo es de 2 mil 622 dólares más la estancia, que incluye alojamiento y alimentación por un total de 8 mil 643 dólares.
Los juegos olímpicos tiene como objetivo inspirar a la juventud hondureña y promover valores como el esfuerzo, la dedicación y la superación personal. Sin embargo, la conducta de Moncada socava estos ideales y arroja una sombra sobre el verdadero propósito del deporte.
El pueblo hondureño a través de redes sociales ha mostrado indignación, solicitan una explicación y una rendición de cuentas por parte de aquellos que manejan los recursos públicos.