Luego de permanecer bajo una densa capa de humo durante cinco días, la contaminación del aire en la capital ha comenzado a disminuir.
Según las mediciones realizadas por las estaciones de la Alcaldía Municipal, instaladas en varios puntos de la ciudad, la calidad del aire se encuentra actualmente en el tercer y cuarto nivel de contaminación, de los seis niveles existentes.
Ingrid Flores, titular de la Unidad Municipal de Gestión Integral de Riesgo (UMGIR), explicó que, aunque la calidad del aire es todavía poco saludable para grupos vulnerables, ha habido una notable mejoría debido a las precipitaciones en los alrededores del Distrito Central.
“Ya ha mejorado notablemente el clima, porque se reportaron precipitaciones en los alrededores del Distrito Central; solo en el casco urbano no ha caído agua todavía, por eso ha mejorado la calidad del aire”, detalló Flores.
Las ráfagas de viento más fuertes, alcanzando hasta los 7 kilómetros por hora, han contribuido significativamente a la mejora de la calidad del aire.
Flores explicó que la dirección del viento ha cambiado, llevándose el humo que provenía de Nicaragua y Olancho hacia el océano.
“La dirección del viento cambió; este humo que venía de Nicaragua y Olancho lo está llevando hacia el océano. Esto se debe a los fenómenos que se forman en el Pacífico, lo que hace que el humo no venga hacia la capital”, añadió Flores.
Las autoridades esperan que la contaminación continúe disminuyendo en los próximos días.
El pasado lunes 20 de mayo, la capital registró el punto más alto de contaminación, alcanzando el sexto nivel, considerado peligroso.
Esta severa contaminación provocó un aumento en las enfermedades respiratorias en los diferentes centros de salud de la capital.
El Índice de Calidad del Aire (ICA) también refleja la mejora en el ambiente, con un descenso en la peligrosidad a 112, registrado ayer.