Contrabando de cigarrillos en Honduras: "El cáncer silencioso que desangra al páis"

El contrabando de cigarrillos es un problema global que afecta tanto a economías desarrolladas como en vías de desarrollo. Esta actividad ilícita ha crecido considerablemente en las últimas décadas, impulsada por las redes de crimen organizado que ven en el comercio ilegal de tabaco una oportunidad para financiar otras actividades delictivas. A nivel internacional, este fenómeno representa un reto para los gobiernos que buscan controlar la evasión fiscal, proteger la salud pública y combatir la expansión de actividades ilícitas vinculadas al tráfico de cigarrillos. Países como Estados Unidos, Canadá, y los de la Unión Europea, enfrentan pérdidas multimillonarias en ingresos fiscales, mientras que en regiones de América Latina y África, el impacto del contrabando es devastador tanto en lo económico como en lo social.

En el caso de Honduras, el contrabando de cigarrillos ha alcanzado niveles alarmantes, afectando no solo la recaudación fiscal, sino también la salud de millones de ciudadanos. Con pérdidas anuales que superan los 600 millones de lempiras según estimaciones de la Dirección Ejecutiva de Ingresos (DEI), el Estado ve reducida su capacidad de inversión en servicios esenciales. Las redes criminales aprovechan la debilidad de los controles aduaneros y la falta de vigilancia en los puntos de venta para inundar el mercado con productos ilegales, cuyo consumo acarrea graves consecuencias para la salud pública. A pesar de los esfuerzos del gobierno, la magnitud del problema sigue creciendo, posicionando a Honduras como uno de los países más afectados por el comercio ilícito de tabaco en la región.

El contrabando de cigarrillos de la marca Modern, fabricados en China, ha crecido de manera alarmante en Honduras, aprovechando las rutas marítimas y terrestres para ingresar ilegalmente al país. Estos productos son introducidos en contenedores a través de aduanas terrestres, camuflados entre mercancías legales, o utilizando figuras como la FYDUCA para evadir controles, o ingresan por pasos fronterizos no vigilados, igualmente usan vías marítimas como puertos, usando documentación falsa o lanchas en puertos no autorizados Las redes criminales utilizan intermediarios locales para distribuir los cigarrillos en el mercado a precios significativamente más bajos, evadiendo controles fiscales y sanitarios, lo que incrementa el consumo de productos peligrosos para la salud.

El consumo de cigarrillos contrabandeados representa un grave riesgo para la salud, ya que estos productos no pasan por controles de calidad ni regulaciones sanitarias. A diferencia de los cigarrillos legales, los contrabandeados pueden contener sustancias altamente tóxicas como plásticos, heces fecales, plomo, arsénico y otras sustancias cancerígenas en niveles mucho más altos. Estas sustancias aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades respiratorias, cardiovasculares y varios tipos de cáncer.

Además, los cigarrillos ilegales carecen de advertencias sanitarias, lo que dificulta la educación y concienciación de los consumidores sobre los peligros que corren. Las consecuencias a largo plazo incluyen un incremento en los costos de atención médica y una mayor carga sobre los sistemas de salud pública.

El Estado hondureño, en colaboración con organismos internacionales y el sector empresarial, ha implementado diversas estrategias para frenar el contrabando de cigarrillos, aunque aún queda un largo camino por recorrer:

• Fortalecimiento de los controles fronterizos y en comercios: Las autoridades han intensificado la vigilancia en las fronteras con el fin de detener el tráfico de cigarrillos ilícitos. Sin embargo, la magnitud del problema hace que estos esfuerzos resulten insuficientes. Es necesario establecer medidas de control en los puntos de venta, ya que muchos locales comercializan estos productos de manera libre y sin sanciones.

• Iniciativas de sensibilización: Es clave informar a la ciudadanía sobre los peligros que conlleva el consumo de productos ilegales y, al mismo tiempo, educar a los negocios para que promuevan la venta de cigarrillos que cumplan con las normativas sanitarias vigentes.

• Cooperación a nivel regional: Honduras y otros países de la región han comenzado a coordinar acciones conjuntas para combatir el contrabando, con la intención de hacer frente a este problema en toda su dimensión.

Es fundamental que la población tome conciencia sobre los peligros que implica el consumo de cigarrillos contrabandeados. Estos productos, al no cumplir con regulaciones sanitarias, exponen a los consumidores a sustancias tóxicas que incrementan el riesgo de enfermedades graves como cáncer y afecciones respiratorias.

En Honduras, el contrabando de cigarrillos está regulado por varias leyes y normativas que buscan controlar y sancionar esta actividad ilegal. Algunas de las leyes y regulaciones relevantes incluyen:

Ley de Contrabando: Esta ley establece las bases para la persecución y sanción del contrabando en general, incluyendo el contrabando de cigarrillos. Define el contrabando, establece las sanciones y procedimientos para su persecución.

Ley de Marcas y Otros Signos Distintivos: Esta ley protege los derechos de propiedad intelectual y marca, lo que incluye la protección contra la falsificación y el contrabando de productos que infrinjan marcas registradas, como los cigarrillos.

Código Tributario: Contiene disposiciones relacionadas con la evasión fiscal y el contrabando, estableciendo penalidades por la evasión de impuestos, que pueden incluir el contrabando de productos como los cigarrillos.

Ley de Impuestos sobre Ventas: Regula la aplicación de impuestos sobre productos como los cigarrillos, y el contrabando se considera una forma de evasión de estos impuestos.

Regulaciones de la Secretaría de Finanzas y la Administración Aduanera: Estas instituciones tienen normativas específicas para la regulación y control del comercio de productos, incluyendo el monitoreo del contrabando de cigarrillos.

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