Miles de hondureños que planeaban disfrutar del feriado Morazánico en El Salvador han visto sus vacaciones afectadas debido al desorden en la aduana El Amatillo, frontera clave entre ambos países. A pesar de que los trámites migratorios normalmente no deberían tomar más de 10 minutos, los viajeros han reportado que llevan más de tres horas esperando para cruzar, con filas que se extienden por kilómetros.
El motivo principal de este retraso, según los reportes, se debe a la caída del sistema en la aduana, sumado a la falta de electricidad que ha paralizado las operaciones. Estos problemas han obstaculizado gravemente el flujo migratorio hacia El Salvador, dejando varados a cientos de vehículos y turistas en espera de poder ingresar al país vecino.
Los usuarios piden a las autoridades hondureñas que trabajen en conjunto para solucionar la situación lo antes posible. La falta de un plan de contingencia para estas emergencias está afectando gravemente a los ciudadanos y turistas que dependen del cruce rápido y seguro por esta importante frontera.