Cumpliendo su sueño de infancia:

El carácter desenfadado de sus piezas esconde una biografía compleja. Magdalena nació en 1929 en Maturín, en la costa este de Venezuela, en el seno de una familia de clase trabajadora. A los nueve años fue enviada a un orfanato católico tras la muerte de su madre por tuberculosis. Allí, las monjas pronto reconocieron su amor por el dibujo y la pintura y su talento para ello.

Aunque sus obras con temática de dibujos animados son prominentes en LACMA, la exposición resalta un talento más amplio, pero consistentemente atrevido: hay platillos decorados con cucarachas, ranas y tucanes; cajas con diseños mayas y precolombinos; y composiciones en papel y arcilla en las que se repiten líneas de texto al estilo del castigo de un maestro.

Scroll al inicio