Los manifestantes, quienes se identificaron como católicos, calificaron la muestra de "cristianofobia", mientras que algunos asistentes a la exposición expresaron su descontento por la interrupción de la misma. La protesta no solo ha sido dirigida al artista, sino también a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), coordinadora del evento. La situación ha sido compleja, con manifestantes rezando el rosario y utilizando imágenes religiosas frente a las instalaciones, impidiendo el acceso de otros visitantes.