Eduardo Facussé critica el sistema político hondureño, calificándolo de "monarquía rotativa"

Mediante un mensaje en su cuenta de X, el empresario Eduardo Facussé expresó su contundente crítica al sistema político del país, destacando que cada cuatro años el pueblo es engañado por un "nuevo (o viejo) cacique político".

 En sus declaraciones, Facussé apuntó que estos líderes políticos llenan el gobierno con familiares y allegados, lo que, según él, refleja prácticas autoritarias más que democráticas.

Facussé no se refirió directamente al gobierno de la presidenta Xiomara Castro, pero sus palabras resonaron en un contexto de creciente descontento hacia el sistema político hondureño en general. 

Diversos críticos y analistas han señalado la repetición de patrones de clientelismo y nepotismo en la política, donde el poder se concentra en un círculo reducido de personas, sin una verdadera apertura a la transparencia o rendición de cuentas.

El empresario también criticó la forma en que, según él, los líderes políticos actúan "como si fueran reyes", manteniendo al pueblo en condiciones de miseria. En lugar de mejorar las condiciones de vida de la población, estos dirigentes, afirmó, otorgan dádivas a aquellos que se someten a su poder y defienden sus intereses, perpetuando un sistema donde la pobreza y la exclusión social persisten.

Según Facussé, lo que se presenta como democracia en el país es, en realidad, una "monarquía rotativa".

 Esta declaración apunta a un ciclo político donde, aunque el rostro del poder cambie, las dinámicas de control y privilegios para unos pocos permanecen sin alterarse. En este contexto, Facussé parece sugerir que el sistema político actual, más allá de su fachada democrática, sigue funcionando bajo estructuras de poder que no benefician a la mayoría.

Este cuestionamiento se suma a la creciente preocupación de sectores de la sociedad que han señalado la falta de cambios sustanciales en el sistema político hondureño. 

Críticos de diferentes corrientes políticas han coincidido en que, a pesar de los cambios de gobierno, persisten prácticas de concentración de poder y clientelismo que continúan afectando el bienestar de la población.

 Finalmente, en este sentido, las palabras de Facussé se suman a un debate más amplio sobre la necesidad de reformar el sistema político y mejorar la gobernanza en el país.

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