Si hay algo que impulsa a Valencia en su carrera, es el apoyo de su madre. “Ella siempre cree en mí aunque no entienda bien qué estoy haciendo”, menciona con gratitud.
Amante de Santa Bárbara y su gente, Felipe Valencia sigue trabajando para dejar su huella en la narración deportiva. Su historia es prueba de que, con talento y determinación, los sueños pueden cumplirse, incluso cuando no estaban en los planes iniciales.