Las emblemáticas alfombras de aserrín, elaboradas con esmero por cientos de manos voluntarias, colorean las empedradas calles del centro histórico. Estas obras de arte efímero representan escenas bíblicas y pasajes de la Pasión de Cristo, convirtiéndose en el escenario perfecto para las solemnes procesiones del Viernes Santo. Con más de 60 años de tradición, las alfombras son uno de los principales atractivos turísticos y espirituales de la ciudad.
Comayagua no solo destaca por sus manifestaciones religiosas, sino también por su invaluable patrimonio histórico. Alberga una de las iglesias más antiguas de Centroamérica y el reloj más antiguo del continente. La Catedral de la Asunción, joya arquitectónica del periodo colonial, se alza como un símbolo de fe y conservación cultural.