Las malas noticias crecen como la espuma en el Territorio Hondureño, en las últimas horas han dado a conocer que los taxistas del punto Centro-Kennedy han decidido paralizar sus funciones debido al cobro de extorsión.
Según relatos de los conductores a los medios de comunicación la estructura criminal “Los Benjamín” les han estado exigiendo el pago de 150 mil lempiras mensuales, esto si quieren continuar trabajando en esta zona.
Un hecho que ya no aguantan, debido al temor y al poco ingreso que tienen en donde en muchas ocasiones solo les ajustas para pagar las constantes extorsiones, por lo que piden ayuda a las autoridades del gobierno ya que necesitan llevar sustento a sus hogares.
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Esta situación se ha convertido en una crisis sin precedentes debido al incremento de la extorsión y la violencia. Dirigentes del gremio han denunciado que, solo en las primeras semanas del año, los transportistas han tenido que desembolsar entre 40 y 50 millones de lempiras en pagos a estructuras delictivas que operan impunemente en diferentes ciudades del país.
La extorsión, conocida en el país como el «impuesto de guerra», es impuesta principalmente por maras y pandillas, quienes exigen pagos semanales o diarios bajo amenazas de muerte. Cuando los transportistas no pueden cumplir con estas exigencias, las represalias incluyen ataques armados, incendios de unidades y asesinatos. En lo que va del año, al menos 12 personas han sido asesinadas, entre conductores, ayudantes y pasajeros del transporte público.
La falta de seguridad y el escaso éxito de las autoridades para frenar estas estructuras criminales han generado un clima de miedo e incertidumbre en el gremio. Los taxistas se ven obligados a pagar extorsiones para garantizar su seguridad y la de sus familias, mientras esperan que las autoridades tomen medidas efectivas para erradicar este problema que afecta a toda la sociedad hondureña.