La compañía llegó a eliminar 65 cuentas de Facebook y 243 cuentas de Instagram asociadas con la campaña en cuestión. Toda la operación habría sido realizada por la firma británica de publicidad y marketing Fazze, aunque bajo el contrato con un cliente desconocido.
Eso sí, lo que reveló Facebook es que los planes de la campaña publicitaria se “habrían originado en Rusia” y sus operaciones se habrían centrado hasta ahora principalmente en regiones de América Latina y también de la India, con una pequeña presencia en Estados Unidos. Aunque la red social destacó que la campaña fue en realidad muy poco exitosa y algo “descuidada”.
La forma en que se desarrolló fue mediante 2 distintas oleadas, la primera iniciando desde finales de 2020 con una serie de memes y comentarios afirmando que la vacuna de AstraZeneca convertiría a las personas en chimpancés. La segunda oleada llegó en el mes de mayo de 2021 con nuevas publicaciones que ponían en duda la seguridad de la vacuna de Pfizer y un supuesto documento filtrado de AstraZeneca que demostraba su peligro para el público.
Si bien, la situación en este caso fue controlada, estas noticias llegan justo en un momento de tensión para Facebook tras ser acusado por el gobierno estadounidense en varias ocasiones como un peligro para la sociedad debido a las redes de desinformación que han surgido en la plataforma a lo cual la empresa ha desarrollado diversas estrategias de control y verificación de datos.