¡Gracias a Dios! dieron los familiares de dos migrantes hondureños que permanecían secuestrados por el Cártel de Los Zetas, en México, fueron liberados luego que sus familias pagaran una alta cantidad de dinero.
Al menos unas dos semanas, los hondureños fueron retenidos por Los Zetas, una de las organizaciones más temidas por los migrantes en el país norteamericano, quienes para su rescate exigían una gran suma de dinero.
Para que los hondureños pudieran regresar a Honduras, los parientes tuvieron que pagar unos 7 mil dólares (unos 170 mil lempiras) por cada uno.
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Tras varios días de angustia, los familiares pudieron recolectar la gran suma de dinero que exigían los secuestradores, quienes además enviaban vídeos y fotografías a sus familiares amenazando con matar a los compatriotas.
Ultimátum para pagar
Una de las hermanas de los hondureños, contó que cada día recibían llamadas por parte de los Zetas diciéndoles que tenían hasta cierto día para realizar el pago, de lo contrario iban a morir.
Cabe destacar que ambos migrantes hondureños son originarios de la comunidad El Jobo Río Grande, en Nacaome, Valle, al sur de Honduras, y habían emprendido la ruta migratoria rumbo a Estados Unidos en busca del «sueño americano».
«Nos decían: van a arreglar con nosotros o qué, sino los matamos. Contactamos a unos familiares allá y nos recogieran un dinero, pero solo juntamos 1,500 dólares (alrededor de 36 mil lempiras); estamos pidiendo lo demás aquí», relató Keyla García, hermana de uno de los migrantes.
Según Keyla, los Zetas habían dado un plazo hasta el 16 de marzo para que los familiares pudieran efectuar el pago. Por lo que acudieron a pedir ayuda a la población hondureña para que ambos hondureños salieran libres.
De unos años para acá, México se ha convertido un paso fatal para los migrantes, pues varios de los grupos criminales que operan en el país donde se aprovechan del status de los migrantes para solicitar grandes cantidades de dinero a sus familiares por sus rescates.