Según el director deportivo del club parisino, tendrían una silla reservada en la mesa para negociar su fichaje si el astro argentino finalmente decide abandonar el Barça a final de temporada. Esa declaración de intenciones, sin embargo, ha sido puesta en duda este viernes.
Según informa el diario L'Équipe, el Paris Saint-Germain se verá obligado a vender jugadores las próximas ventanas de fichajes si quiere reducir su deuda y cumplir con el fair play financiero. La entidad presidida por Nasser Al-Kelhaifi presentó ante la Dirección Nacional de Control de la Gestión (DNCG), organismo de la Federación francesa encargado de supervisar las cuentas de los clubs, una previsión de pérdidas de hasta 204 millones de euros para la temporada 2020-21. Eso supone un 60% más de pérdidas que el curso anterior, en el cual estalló la pandemia.
La crisis derivada del coronavirus afectará de manera significativa la reducción de ingresos del PSG y para subsanar su economía Leonardo tendrá que desprender de futbolistas del primer equipo, algunos de ellos entre los mejor pagados del mundo. Todo ello cuando se discute en Francia de la extensión de los contratos de Neymar y Kylian Mbappé, los dos estandartes del equipo. Ambos terminan contrato en junio del 2022, de modo que podrían negociar libremente con otro club dentro de un año.
El día que habló de Messi, Leonardo dejó claro que sueña con renovar a Mbappé y a Neymar, pero también es consciente de la dificultad de tener a los mejores en su equipo. Hay contactos con el brasileño y el francés para su ampliación de contrato, pero el PSG tiene claro que la prioridad es primero Neymar, lo que convertiría en más accesible a Mbappé para salir.
