Las dos lecciones

Sobre cómo logró Honduras la reducción sin precedentes del 95 % del paso de droga por su territorio, Hernández refirió que hay dos lecciones para otros países: La primera lección, que es innegable, es que las acciones duras y audaces no son fáciles, pero funcionan. Recordó que con la Fuerza Aérea se puso un escudo aéreo para enfrentar a los narco aviones, además de crear dos nuevas fuerzas de seguridad, odiadas y temidas por los narcos, porque no las controlaban: la fuerza de gendarmería PMOP y la ATIC, dirigida por la fiscalía independiente, el Ministerio Público/FGR.

Pero igual se decidió habilitar a un panel independiente de la sociedad civil para depurar la Policía que los narcos habían corrompido, eliminando finalmente a la mitad de la fuerza policial nacional, y a la mayoría de sus mandos. También recordó que se decidió luchar contra la poderosa resistencia y las amenazas de muerte para aprobar, y luego implementar agresivamente, tanto la extradición de narcos como la confiscación de activos criminales, ambas por primera vez en la historia moderna de Honduras, además de construir nuevas cárceles de mayor seguridad.

De igual manera, se decidió trabajar estrechamente con los países aliados, y agradeció a países como México, Colombia, Chile, y a los países del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA). A la vez, remarcó que se decidió coordinar la lucha antinarcótica con el país amigo que es el mercado de consumo más grande del narcotráfico, de tal manera que los altos mandos de la DEA, el Comando Sur, Seguridad Nacional y otros entes de Estados Unidos, reconocieron públicamente al presidente Hernández y al Gobierno de Honduras como socios confiables y efectivos de la nación norteamericana.

También destacó que se persiguió agresivamente a narcos mortales como los Cachiros, hasta que fueron extraditados o entregados a la custodia de Estados Unidos, a donde llegaron por docenas.

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