Roxana Castro es una mujer de 49 años que como muchos hondureños vivió momentos muy duros junto a su hijo Carlos Espinal de 22 ambos se quedaron sin trabajo durante meses en la pandemia, así mismo padece de hipotiroidismo, una enfermedad que es una inflamacion en la glandula de la tiroides, que produce dolor en articulaciones, entre otros “agradezco a Dios primeramente, a mi familia, y a una amiga que me apoyaron, antes de la pandemia tenía tres trabajados dos de ellos en el área de limpieza de dos compañías y por las tardes cuidaba los hijos de mi hermana” apuntó.
“Padezco de una enfermedad hipotiroidismo, durante esos duros meses el Hospital Escuela que es donde me tratan mi enfermedad, no tenían medicamentos, luego no podían atenderme por la misma pandemia no habían médicos”. Agregó Roxana es una mujer trabajadora, madre soltera, estudiante universitaria, quien a pesar de todo continuo, y con ayuda de su familia logro no quedarse sin el sustento diario.
Además pide a las autoridades que puedan crear oportunidades para las personas que como ella quieren salir adelante, sin importar edad, posición económica, que tampoco en los lugares de trabajo marginen a nadie por padecer de alguna enfermedad. “a falta de medicamentos mi enfermedad empeoro, entre toda mi familia me apoyaron y juntaron dinero para comprar mis medicamentos”. Declaró.
“debo operarme, o someterme a un tratamiento de yodo radiactivo, por el nivel de mi enfermedad, esas serian mis opciones, pero antes debo hacerme unos exámenes que corren por mi cuenta, de momento espero en Dios para ver como evoluciona mi tratamiento, el tener trabajo es importante, pero al poner la pandemia y la falta de empleo en una balanza la salud es lo más importante, sin embargo necesitamos trabajar, y subsistir, ya que vivimos del día a día”. Finalizó
