Todos conocemos a alguien que falleció o perdió a una persona cercana a causa una enfermedad cardiovascular (ECV). Estos padecimientos representan el 31% de todas las muertes en el mundo, anualmente se registran 18,6 millones de fallecimientos por esta causa Sabemos también que 85 de cada 100 muertes por enfermedad cardiovascular son atribuibles infartos y derrames.
La buena noticia es que, según la Organización Mundial de la Salud, hasta el 80% de todos los infartos y derrames se pueden prevenir, lo cual es muy relevante considerando que la mayoría de las muertes por ECV son precipitadas por factores de riesgo prevenibles o controlables como hipertensión arterial, tabaquismo, colesterol alto, obesidad y diabetes .
Por lo anterior, en el marco de la conmemoración del Mes Mundial del Corazón, la Federación Mundial del Corazón lo invita a “Usar el corazón para conectarse”, conectar a través de la equidad y el acceso a la información, conectar a través de la prevención y la práctica de estilos de vida saludables, y conectar a través del sentido de comunidad garantizando un oportuno control médico y acompañamiento familiar.