Aciertos y desaciertos de Xiomara Castro en su primer año de gobierno

Se acerca la fecha de aniversario en la que, Xiomara Castro de Zelaya, fue juramentada por una jueza, como la primera presidenta de Honduras, en una toma de posesión llena de algarabía y celebración por parte de sus seguidores, los que compartían en aquel momento, un sentimiento común con el resto del pueblo hondureño, “esperanza”.

“Mi compromiso es levantar el velo de la corrupción e inequidad que ha gobernado en estos últimos 12 años que destruyeron las instituciones y desarticularon el Estado”, afirmó, doña Xiomara Castro, el pasado 28 de noviembre.

Los meses han transcurrido, y no han sido tan sencillos como en campaña lo avizoraban, y lo prometían, el país sigue sumergido en los mismos problemas que lo vienen estacando en la vil pobreza, como en cada administración que ha tomado la batuta.

Para el caso, el tema de la criminalidad, según el mismo Observatorio de la UNAH, las cifras se han disparado en comparación al año anterior, y es que, como lo han expresado algunos analistas, uno de los grandes errores de la actual administración ha sido, “enviar a los cuarteles a los militares”,  mismos que tuvieron que “desempolvaron” el pasado 24 de noviembre de 2022, cuando la presidenta “le declaraba la guerra” a las maras y pandillas, que por casi nueve meses “exprimieron los bolsillos de los pequeños y grandes emprendedores”.

Y que decir del sistema de salud y educación, dos sectores claves para el desarrollo y bienestar del pueblo, el primero de estos se ha visto en la peor crisis, médicos, enfermeras, personal administrativo, y de aseo, con más de seis meses sin recibir su salario, y se suma el desabastecimiento de medicamentos en centros de salud y los 24 hospitales del país.

Es importante reconocer que cada inicio de gobierno no es fácil, menos con el escándalo que sacudió al país de tener un expresidente (Juan Orlando Hernández), que fue extraditado a Estados Unidos, bajo los cargos de conspiración para exportar droga al país del norte, posesión de armas de fuego, entre otros.

Sumando a ello, el actual gobierno hereda una crisis en el sistema de impartición de justicia, que perdona corruptos que juegan con la salud del pueblo hondureño, tal y como paso con la impunidad que rodea la compra de hospitales móviles, medicamentes e insumos que se compraron en la pandemia con precios sobrevalorados, y que esos malos jueces también otorgaron cartas de libertad a exfuncionarios de 2006, con la complicidad de un Congreso que se eligió de forma no convencional.  

Si hay algo que el pueblo admira de la presidenta Xiomara Castro, en su primer año de gestión, es que tuvo el valor de tomar un vuelo comercial, y viajar a la ONU, para presionar la venida de la CICIH al país, y aunque este proceso tomará al menos un año, se respeta ese “empuje” de la mandataria.

“Quiero informarle al pueblo hondureño (…) que el próximo 27 de enero, cuando cumpla un año de gobierno, para esa fecha estaré dando mi mensaje de cómo voy venciendo el modelo neoliberal y sus aliados, cómo voy venciendo la explotación, corrupción y la pobreza”, expresó en uno de sus más recientes discursos.

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