Este fin de semana Nuestra Belleza Latina ha sido muy emotiva, pues las participantes se tuvieron que enfrentar a retos en los que se ponía a prueba su nivel de concentración, y si eran capaces de contener las emociones.
En el momento en el que la catracha, Sirey Morán, escogió uno de dos contenedores, tuvo que entrar en el papel de una ratera que asaltaba una joyería, pero cuando pusieron frente a ella al dueño de la tienda, se da cuenta que es su papá el cual no había visto por casi cinco años.
Obviamente, fue inevitable para la hondureña no llorar y perder por un momento la concentración, pero afortunadamente logró seguir en el papel y finalizar el reto de la noche. A la vez, este momento de padre e hija robó lágrimas de quienes disfrutaban del programa y claro del jurado.
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Asimismo, la talentosa Morán continua en la competencia en donde cada semana se enfrenta a dificultades para ganarse el pase a la famosa Mansión.
