Para Memo Rivera, es muy importante su profesión y quiere sobresalir lo más que pueda en ella, ya que incluso ya busca la maestría en leyes y especializarse en eso que tanto le gusta, pero su amor incondicional a la radio hace que Memo aunque sea un gran abogado, jamás deje los micrófonos y la pasión por sus oyentes y la música.
“Realmente, admiro mucho los periodistas, es una profesión muy noble, pero yo creo que yo no la habría podido desarrollar, es muy compleja, no encajaría en el periodismo como tal, la locución es una destreza, una alegría poner música y compartir con los oyentes”
¿Algún día has pensado en dejar los medios de comunicación para dedicarte sólo a tu profesión?
“Dicen que soy el abogado del flow ja ja ja, siento que no, es una parte muy mía, la música significa mucho para mi, sería desprenderme de una parte y esencia mía, por lo que si Dios quiere, por muchos años más quiero llevar de la mano mi profesión de derecho con esta importante parte de mi vida como es la radio”
“Me gustaría una maestría en derecho, y quisiera sacarla y si Dios quiere internacionalmente”
¿Ha pensado en hacer algo en que se relacione el derecho y los medios de comunicación?
“Algún día veremos si podemos mezclarla con algún par de consejos ahí”
Memo ha comentado acerca de las experiencias más bonitas y las más raras en su profesión, donde cuenta que admiradoras le sobran pero por el momento se enfoca profesionalmente en lo que hace y no busca novia en su trabajo.
¿Le han salido novias estando en la radio?
“ja ja ja si salen chicas que le escriben a uno, a unos compañeros le han salido muchachos ja ja ja de todo escriben, casadas, solteras, unos que no sabes que son pero en eso si he sido cuidadoso porque eso es como mezclar el trabajo con lo sentimental, he conocido oyentes pero sólo como amigos”
¿Cuál ha sido la experiencia más rara que te ha sucedido en la radio?
“Aquí en Emisoras Unidas asustan, hemos oído pasos de la taconuda ja ja ja, una vez vinieron unos muchachos de una universidad privada que vinieron a promocionar un evento, pusieron a una chava que hablara y estuvimos cinco minutos y nunca pudo hablar, no le salió la voz, no pudo hacer la entrevista, al final yo tuve que decir la actividad, ella empezó a llorar y nunca pudo hablar”