Recientemente, en una entrevista Ana García de Hernández, ex Primera Dama de Honduras y ahora precandidata presidencial del Partido Nacional, rompió su silencio en una entrevista exclusiva con el congresista estadounidense Matt Gaetz, quien cuestionó las pruebas presentadas en contra de su esposo, el expresidente Juan Orlando Hernández.
Asimismo,
Ana García de Hernández también planteó que el juicio contra su esposo estuvo influenciado por factores políticos, en particular por la relación entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y la presidenta de Honduras, Xiomara Castro.
A lo largo de la entrevista, García de Hernández insistió en la inocencia de su esposo y desafió la validez de los testimonios utilizados en su juicio, poniendo en duda su credibilidad y la base de las acusaciones en su contra.
Según la ex Primera Dama, las pruebas presentadas durante el juicio fueron manipuladas y carecen de fundamento.
Aseguró que muchos de los testigos clave eran narcotraficantes convictos con intereses personales, cuyas declaraciones no tienen ningún vínculo con las acciones de Hernández.
García de Hernández subrayó que las evidencias, como los registros de drogas, no estaban relacionadas con su esposo y fueron malinterpretadas para incriminarlo injustamente.
Durante su mandato, Juan Orlando Hernández implementó importantes reformas para combatir el narcotráfico, incluida una reforma constitucional que permitió la extradición de hondureños a los Estados Unidos, un paso arriesgado que, según su esposa, demostró su compromiso con la lucha contra los carteles.
A pesar de los desafíos, García de Hernández defendió que el expresidente siempre trabajó en colaboración con Estados Unidos para frenar el tráfico de drogas, y destacó que 28 criminales fueron extraditados bajo su administración.
A lo largo de la entrevista, García de Hernández también denunció lo que consideró una motivación política detrás de la condena de su esposo.
Afirmó que el caso de Hernández era comparable al de otros líderes políticos acusados injustamente, como el expresidente Donald Trump, señalando que ambos fueron víctimas de un proceso judicial imparcial.
Finalmente, La entrevista, que arrojó nuevas luces sobre la situación del expresidente Hernández, ha generado un debate sobre la justicia de su condena y la relación entre los gobiernos de Honduras y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico.