El episodio de la semana pasada había despertado todas las alarmas por su pobre guion, especialmente si se supone que el arranque de la temporada debe marcar un poco el de la tanda. Por fortuna, este segundo episodio es sorprendentemente bueno. Una vez más June Dorie viene a salvar una serie que viene una pequeña. Una entrega que vulve a demostrar que la serie no necesita de Morgan y Madison para estabilizar con vida. Para algo llevamos construyendo años al resto de personajes.
De nuevo vemos a June yendo por libre en este inicio de temporada. La vemos cazando una a las lanchas motoras de PADRE y cortando dedos índices. Una tarea un tanto extraña que cobra sentido cuando nos enteramos de que esta particular colección tiene como objetivo parada en PADRE del dedo del gatillo. ¿Rebuscado? Si. Pero para algo estamos en el apocalipsis.
El plan de junio se ve truncado dos veces durante el capítulo. Por un lado, cuando Adrian, un padre desesperado por recuperar su hija secuestrada por PADRE la encuentra; y por otro cuando los dedos que pretendían arrancar son los de Dwight y Sherry. Una pareja rota por las circunstancias que llevan a su hijo Finch a la clínica para que le operen de apendicitis.
Las normas de PADRE son muy claras. No hay familias además de dominios. Por lo que descubrimos que Dwight and Sherry han conseguido engañar a sus nuevos dueños para poder seguir viendo a su hijo. Eso sí, el pequeño lloro que sus solo sus instructores.
Después del ataque, June se vio obligada a ayudar a sus amigos. Y empezamos a descubrir poco a poco el motivo que llevó a June a huir de PADRE. La fermera nos lleva a un tren abandonado en el que años atrás ejercía como investigadora para esta nueva comunidad. Unos atrocious experiments in los que exponían a los mordidos por caminantes a grandes cantidades de radiación. Un tratamiento hecho en junio e inspirado en los últimos meses de vida de Alicia. El resultado obtenido: una tortura para los pacientes mayor que la causada por la infección zombie. Incluye la hija de un Adrián destrozado que ya decide que su hija zombie lo mate.
Este giro tan oscuro le viene bien a la serie, pero ya tenemos muy claro que PADRE es el villano más brutal de la serie. A través de Shrike, el único miembro de la organización a la que ponemos cara y número, ve una de las escenas más duras de la historia de la serie. Y tal vez Franchicia. Para obligar a June a volver a los experimentos, decide darle un incentivo. Algo por lo que esforzarse por encontrar un tratamiento. Sí, ahi cuando, delante de Sherry y Dwight, deciden infectar a un Finch al utilizar la cabeza del zombie d’Adrian para morderle tras la operación.
Un momento que nuestro saqueado totalmente desprevenido. No creíamos que fueran a llegar a tanto, sobre todo porque veíamos que la escena estaba diseñada para que June simplemente aceptara el trabajo. Pero Shrike ha dejado querido claro cuanto antes que quiere se postula como el personaje más odiado de la serie. Y ya estamos fantaseando con su muerte.
Por cierto, se nota que esta temporada es más corta de lo normal (12 episodios) porque personaje con el que nos encuentros, personaje que deja a PADRE porque ven lo atrocious que son. No se, queridos, pero ¿lleváis 7 años viviendo allí y os enteráis ahora? Tan como todo lo que rodea a Morgan y Madison, que cierran el episodio con una escena tan pobre como todo el episodio que nos regalaron la semana pasada. Madison modo kamikaze una vez más se sacrifica para que Morgan huya. A este paso la serie terminará con Madison convertida en Santa.
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