Durante la gira de la Selección Argentina por Estados Unidos, Ángel Di María ha sido objeto de una terrible amenaza mientras se baraja la posibilidad de una eventual vuelta a Rosario Central. La situación ha generado preocupación tanto en el ámbito deportivo como en el social.
La amenaza se hizo evidente cuando un trozo de nylon negro fue arrojado desde un vehículo sospechoso frente al lugar donde suele hospedarse Di María, en el country Funes Hills Miraflores, en la zona de Funes.
Este acto intimidatorio fue acompañado por disparos que aumentaron la gravedad del incidente.
El mensaje, dirigido directamente hacia el padre del futbolista, ha generado conmoción: "Decile a tu hijo Ángel que a Rosario no vuelva más porque si no le cagamos matando un familiar. Ni (Maximiliano) Pullaro te va a salvar. Nosotros no tiramos papelitos. Plomo y muertos tiramos".
Di María, quien se había pronunciado recientemente sobre la violencia vinculada al narcotráfico en su ciudad natal, Rosario, aún no ha emitido declaraciones sobre la amenaza recibida. Su participación en la jornada del 3-0 ante El Salvador transcurrió sin referencias al incidente.
Es importante destacar que las amenazas de muerte en Rosario son lamentablemente comunes, especialmente después de los esfuerzos del gobernador de la Provincia de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, por combatir el "narcoterrorismo".
La escalada de violencia ha llevado incluso a que el propio Pullaro traslade a su familia fuera de la zona por razones de seguridad.
Las autoridades policiales y judiciales están investigando activamente el incidente, mientras que se han desplegado medidas de seguridad adicionales en la zona para proteger tanto a Di María como a otros residentes afectados por la violencia.