Jenny Gabriela Almendares, la abogada que sacudió las expectativas al obtener una calificación estratosférica del 95.55% en la evaluación de la extinta Junta Proponente, liderada por la impecable Rebeca Raquel Obando, se ha convertido en la última sensación de las elecciones fiscales en Honduras. Sin embargo, parece que su actuación estelar no ha impresionado al Partido de la Libertad y Refundación (LIBRE).
A pesar de figurar en el censo partidario de LIBRE, Almendares ha recibido un rotundo "gracias, pero no gracias" de parte del partido, y todo se debe a su peculiar hábito de priorizar la justicia sobre los intereses políticos y económicos. Edgardo "El Chele Castro", un destacado diputado de LIBRE declaró que el partido no tiene intención de apoyar a Almendares, incluso cuando ella podría ser una luchadora incansable contra la impunidad que ha acosado al país durante más de una década.
"Soy una persona independiente sin inclinación por ningún partido político", afirmó con firmeza Almendares en declaraciones a los medios. "En el caso de ser electa como fiscal general de la república, tengo que responder a los intereses generales de toda la población hondureña, no a políticos", expresó meses atrás Almendares.
Su audaz declaración de independencia y su promesa de acabar con la hegemonía de impunidad no parecen ser suficientes para ganarse el apoyo de LIBRE, que parece preferir candidatos que bailen al ritmo de sus intereses partidarios.
A medida que las bancadas de los diferentes partidos políticos siguen sin llegar a consensos sobre quién debería liderar la fiscalía general, Almendares demuestra que no necesita la bendición de ningún partido para perseguir la justicia y devolver la confianza a la sociedad hondureña en el ente investigador.
Mientras tanto, en el mundo de la política hondureña, la audacia y la independencia siguen siendo virtudes cuestionables.
