La mejor versión de Lionel Messi, errático en sus últimas apariciones en el París Saint-Germain, regresó ante el Lille, que perdió 1-5 con una buena actuación del jugador argentino que coronó con un tanto excelso con el que rompió su sequía goleadora en la Ligue 1.
El primero, y tal vez el más importante, es que parece haber dejado atrás su baja condición física que le impidió disputar tres partidos consecutivos. Volvió la jornada pasada ante el Reims con 28 minutos testimoniales, entró en el once titular contra el Niza en Copa para ofrecer una imagen pésima con eliminación incluida y repitió en la alineación de Pochettino ante el Lille con un mejor estado.
Messi ofreció su mayor exquisitez al borde del descanso para hacer el tercer tanto del París Saint-Germain. Robó el balón al borde del área, prolongó la pelota hacia dentro y superó con una sutil vaselina al guardameta croata Ivo Grbic. Fue su momento, uno de los mejores desde que llegó al conjunto parisino y con el que se quitó un lastre: marcó su segundo gol en Liga, el séptimo del curso y rompió una sequía de dos meses.
Y es que, en el segundo acto, el París Saint-Germain no dejó de pasar el rodillo. Danilo, a los pocos minutos de la reanudación, con ayuda de un desvío, hizo su doblete y cerró el partido con el cuarto. Después, Mbappé, finalizó la fiesta con el quinto, su equipo pisó el freno y durante veinte minutos se dejó llevar hasta sumar tres puntos en los que la mejor noticia fue el regreso de la mejor versión de Messi.