Una vez que ya se había ganado un poco de fama al vender el chamoy, comenzaron a traer otro tipo de cosas para vender y seguir emprendiendo donde poco a poco se fueron posicionando con la venta de diversos productos.
“La gente preguntando mucho, y no teníamos dinero y mi cuñado me prestó y recuerdo que con L.600 no podíamos comprar mucho y mi amiga me dijo que podía mandarme y cuando lo vendiera me pagaría traje dos cajas de chamoy, y así fui trayendo varias veces hasta que vendíamos desde la casa en línea y la respuesta fue muy buena después la gente me preguntaba si no traía pajillas de tamarindo y salsa valentina, y yo le decía que no teníamos pero que si íbamos a traer y yo ni la conocía, pero mi amiga si y ella me la conseguía y así fue consiguiéndome más cosas”, contó.
Poco a poco, esta emprendedora pareja comenzó a vender dulces mexicanos, tajín, chamoy, polvo miguelito, salsa valentina, los cuales comenzaron a vender en el mercado ya con variedad de dulces.
