La situación educativa en Honduras enfrenta una nueva crisis, marcada por la incapacidad del gobierno para cumplir con las necesidades básicas del sistema educativo público.
La reciente noticia de que las 6,000 plazas docentes necesarias para abordar el déficit educativo no se crearán este año debido a la falta de presupuesto en la Secretaría de Educación, ha desencadenado críticas generalizadas y desilusión entre padres, profesores y líderes comunitarios.
El viceministro de Educación, Edwin Hernández, confirmó que la creación de estas nuevas estructuras no se materializará este año, citando la falta de asignación presupuestaria como el principal obstáculo.
"Eso no va, mientras no den el presupuesto", declaró Hernández, mientras que su homólogo Jaime Rodríguez admitió desconocimiento, pero afirmó que no hay fondos disponibles.
A pesar de que la Secretaría de Educación recibió un aumento de aproximadamente 2,600 millones de lempiras en su presupuesto este año, gran parte de estos fondos se destinaron al pago del reajuste salarial de los docentes activos.
Esta asignación desproporcionada ha dejado al descubierto las prioridades erróneas del gobierno en cuanto a la inversión en educación.
La decepción y la indignación son palpables entre los padres de familia y los propios profesores, quienes señalan la falta de compromiso y la negligencia de las autoridades gubernamentales.
Joel Navarrete, expresidente del Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras (Copemh), denunció las promesas incumplidas de las autoridades, recordando que en 2023 se había asegurado de que se incluirían fondos en el presupuesto para la creación de las plazas necesarias.
"Este año se tenía la esperanza de que se incluyera en el presupuesto… nos mintieron", lamentó Navarrete.
El déficit educativo en Honduras es alarmante, con más de 12,000 plazas docentes necesarias para abordar adecuadamente el problema de la falta de profesores.
Las 6,000 nuevas estructuras anunciadas son apenas una fracción de lo requerido, destinadas a reducir las clases impartidas por un solo docente y completar las horas de clase necesarias.
Además, se necesitan aproximadamente 3,000 plazas adicionales para ampliar la cobertura en el nivel prebásico, que actualmente se encuentra desatendido y en condiciones precarias.
La situación actual refleja una gestión ineficaz y una falta de priorización de la educación en Honduras.
Mientras las autoridades se jactan de aumentos presupuestarios, la realidad es que estos fondos no se están utilizando de manera efectiva para abordar las necesidades críticas del sistema educativo.
La falta de inversión adecuada en educación no solo perpetúa la desigualdad y la injusticia social, sino que también compromete el futuro de las generaciones venideras.