Gerardo Torres, vicecanciller de Honduras, ha sido fuertemente criticado por su reciente campaña en apoyo a Alex Saab, señalado testaferro de Nicolás Maduro, el dictador de Venezuela. Las críticas surgen tras revelarse las implicaciones de Saab en una extensa red de corrupción y lavado de dinero, según investigaciones.
Alex Saab, junto con tres hijastros de Maduro, se ha lucrado con cientos de millones de dólares a través del programa conocido como CLAP (Comités Locales de Abastecimiento y Producción). Este programa fue supuestamente utilizado para lavar activos, obteniendo millonarios fondos mediante la exportación ficticia de alimentos a Venezuela y un fraudulento programa de casas prefabricadas conocido como "Misión Vivienda".
Detenido en Cabo Verde y extraditado a Estados Unidos en octubre de 2021, Saab enfrenta cargos de conspiración para lavar dinero. Se le acusa de conspirar con otros para lavar las ganancias de una red de corrupción basada en sobornos, dirigidos a obtener contratos para proyectos públicos y fraudes al sistema de control de cambio de divisas en Venezuela.
El apoyo de Torres a Saab ha generado indignación en diversos sectores de la sociedad hondureña. Los críticos argumentan que, en lugar de respaldar a individuos implicados en corrupción internacional, los funcionarios hondureños deberían enfocarse en resolver los problemas internos del país, como la corrupción, el desempleo y la inseguridad.