En un ambiente cargado de tensión y expectativa, el juicio que determinará el destino del expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, está llegando a su punto culminante en la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York.
El juez Kevin Castel ha continuado durante un periodo de 45 minutos a una hora dando las últimas instrucciones al jurado compuesto por 15 integrantes, quienes tendrán la crucial tarea de decidir la culpabilidad o inocencia del exmandatario.
En una sala colmada de atención, el juez entregó una copia del expediente a cada miembro del jurado antes de retirarse a una sala privada para deliberar.
"Mi responsabilidad es instruirlos sobre los lineamientos de la ley", enfatizó el juez Castel, instando al jurado a aceptar sus instrucciones sin cuestionarlas.
Durante las instrucciones, el juez subrayó la importancia de basar su decisión en la evidencia presentada durante el juicio, recordándoles que la simpatía hacia el acusado no debe influir en sus decisiones. "Tienen que tener claro que todos somos iguales ante la ley", manifestó el juez Castel.
El jurado se encuentra ahora ante la crucial pregunta: ¿Culpable o no culpable? Tras tres semanas de testimonios y argumentos presentados ante la corte, los 15 miembros del jurado deberán llegar a un veredicto unánime.
Si existe alguna diferencia, deberán continuar deliberando hasta alcanzar un voto unificado.
Este veredicto no solo determinará el destino personal del expresidente Juan Orlando Hernández, sino que también tendrá implicaciones significativas para la política y la justicia en Honduras y más allá.
La expectativa en torno a este fallo es palpable, y el mundo estará atento a la decisión final del jurado.