
Sindicato de Médicos del Hospital Rosales SIMEHR se sumó, este miércoles 15 de julio, a las exigencias que en las últimas semanas se han repetido entre los trabajadores de salud de todo el país.
Mediante un comunicado dirigido al director del centro asistencial, Maynor Martínez, manifestó su preocupación y su desacuerdo en la manera en que el gobierno está tomando decisiones para atender la pandemia de covid-19.
Del mismo modo, exigen se dote a todo el personal del hospital que atiende a los pacientes de covid-19 del equipo necesario para salvaguardar su salud y sus vidas. Pide al director que encamine sus acciones para prevenir el contacto y la muerte de los empleados del centro asistencial.
Tal como ha hecho el personal del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), los sindicalistas del Rosales también pueden proporcionar los equipos, materiales e insumos que garantizan el trabajo y la vida de médicos y enfermeras, y argumentan que «De aplausos a cadáveres no viven ni se alimentan sus familias».
Aunque no hay una cifra oficial de muertes en el sector sanitario, se sabe que las mismas sobrepasan los 50 miembros. El Movimiento por la Salud Dr. Salvador Allende registra alrededor de 75 personas empleadas en el gremio de salud fallecidas por covid-19. Una publicación reciente de este periódico señalaba el 30% de los fallecidos por el virus en el sector salud eran enfermeras.
En este sentido, lamentamos que no exista un soporte económico para los familiares de los empleados del sistema de salud fallecidos. El veto presidencial al decreto legislativo para brindar una pensión vitalicia a parientes de personal sanitario muerto en el contexto de la pandemia causó desánimo en el sector salud, dicen.
La situación de la pandemia se ha salido de control y hay un desorden legal institucional en el país, que además carece de una dirección idónea, técnica y científica para enfrentar la crisis sanitaria, continúa el comunicado.
La actual administración ha respondido irresponsablemente «Con ocurrencias e improvisaciones que hay profundizado la incapacidad del sistema para responder a este gran desafío», señalólan.
“Primero debemos exigir que quienes nos dirigen hagan bien su trabajo y no exijan después de que médicos, enfermeras, paramédicos y trabajadores seamos los responsables por las irresponsabilidades, deficiencias e incapacidades de ellos y sus pésimas decisiones y que además unos ‘vivos’ ganen millones con el dolor de la gente y nosotros, médicos, enfermeras y trabajadores de salud, pongamos los muertos «manifiestan.
Considere que no ha tenido ningún refuerzo presupuestario para el Ministerio de Salud, y menos para el Hospital Rosales, pero, sin embargo, ha hecho las compras “de manera desordenada, desarticulada e incoherente” de equipo y material de manera cuestionable y faltando a la ley
Aunque no lo mencionan expresamente, el mismo ministro de Salud, Francisco Alabi, ha sido uno de los acusados de hacer compras irregulares. Al funcionario se le señala de haber hecho una adquisición de botas de hule para personal médico por $ 225 mil a una empresa propiedad de su familia.
De igual forma, a principios de este mes, la Fiscalía General de la República recibió un aviso penal en la Fiscalía General de la República en contra del diputado Gustavo Escalante Zelaya y la administración de salud, Ana Orellana Bendek, así como otras cuatro personas por el contrato de venta de 800,000 mascarillas que el Grupo GME realizó el ministerio de salud por un monto de $ 344 mil.
Los sindicalistas del Hospital Rosales también lamentan que el gobierno, en lugar de hacer una campaña masiva de difusión y educación para concientizar a la población sobre el peligro de la enfermedad, están tomando acciones con el fin de ganar voluntarios para fortalecer sus intereses partidarios.
Protestas simultáneas de empleados de salud en varios puntos del Salvador exigiendo una ley de emergencia