Ante la ineptitud, falta de conciencia e irresponsabilidad de la Oficina Administradora de Bienes Incautados (OABI) y los diferentes acontecimientos que se han suscitado con la muerte y maltrato de varios animales en posesión del Estado, la ciudadanía en general pide que no sea esta oficina estatal que esté a cargo de estos animales incautados ya que consideran inhumano lo que pasa con estos animales.
La bomba comenzó a estallar con la muerte de la icónica jirafa favorita de todos los niños ”Big Boy”, un macho que era el único de su especie en dicho zoológico ubicado en el departamento de Cortés en el norte del país que fue creado por el cartel de narcotraficantes “Los Cachiros” y que quedó a cargo del Estado de Honduras y desde entonces se ha denunciado que el trato a los animales ha sido nefasto.
A esto le sumamos, lo que sucedió hace sólo unas semanas, donde se reportó la muerte de 30 cocodrilos de la familia Rosenthal y la cocodrilera Continental en San Manuel Cortés, donde algunos animales tenían al momento de su investigación, señas de tortura y hasta envenenamiento según algunos de sus cuidadores.
Por si fuera poco, los empleados de e zoológico Joya Grande han denunciado que llevan una semana sin agua para poder darle a los animales de dicho establecimiento para sobrevivir, pero también no hay agua para asear las jaulas ni los lugares donde están los animales.
Estos tres sucesos llaman la atención de los defensores del medio ambiente y animales en Honduras, los cuales exigen al gobierno que ya no sea la OABI quien esté a cargo del zoológico Joya Grande y empresas de las que están a cargo por su pésima administración y poca empatía con los animales.