La reciente revelación de la diputada del PSH, Suyapa Figueroa, sobre la percepción de tres salarios del Estado ha encendido un debate en el ámbito político y público. Figueroa admitió que recibe remuneración por su trabajo en el Hospital Escuela, el Hospital San Felipe y como diputada en el Congreso Nacional. Esta confesión ha generado una avalancha de críticas, especialmente en un contexto donde la transparencia y la eficiencia en el manejo de recursos públicos están bajo el microscopio.
Por su parte, el ministro de Aduanas, Fausto Cálix, no tardó en sumarse al debate, utilizando su cuenta de X para cuestionar la capacidad de Figueroa para cumplir con sus compromisos en cuatro frentes diferentes. Cálix enfatizó la aparente incongruencia de que una persona pueda cumplir con los horarios y responsabilidades de una diputación y dos cargos en hospitales, además de sus labores adicionales en el Medical Center.
La respuesta de Figueroa a las críticas de Cálix fue igualmente contundente. La diputada defendió su situación al sugerir que las críticas provienen de quienes no comprenden el valor de su trabajo y que los detractores están simplemente molestos por las verdades que ella ha revelado sobre el sistema. Figueroa descalificó los comentarios de Cálix, llamándolo "tinterillo" y desafiándolo a buscar explicaciones en la autoridad correspondiente, lo que subraya la tensión entre las distintas facciones del gobierno y la complejidad del debate en curso.