El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha dado un paso más en su controvertido enfoque hacia la inmigración al anunciar que está listo para declarar una emergencia nacional como parte de su estrategia para implementar deportaciones masivas de inmigrantes indocumentados.
A través de una publicación en su plataforma Truth Social, Trump confirmó sus intenciones, afirmando que la medida busca desbloquear recursos del Departamento de Defensa y expandir la capacidad de detención en el país. Según un informe reciente de CNN, el equipo del presidente electo ya evalúa la viabilidad legal y logística de esta declaración, que tendría un impacto significativo en las políticas migratorias.
Esta no es la primera vez que Trump utiliza una emergencia nacional para avanzar en sus prioridades políticas. Durante su primer mandato, recurrió a esta estrategia para desviar fondos del Pentágono y destinarlos a la construcción de su polémico muro fronterizo con México, una acción que generó múltiples demandas judiciales y debates en el Congreso.
El anuncio ha generado reacciones mixtas en el espectro político. Mientras que sus partidarios aplauden el plan como una solución contundente para abordar la inmigración ilegal, opositores y organizaciones de derechos humanos lo critican como una medida extrema que podría exacerbar la crisis humanitaria en las fronteras.
