El creador de ChatGPT inicia una gira mundial para alimentar la confianza en la inteligencia artificial
Europa y EEUU estn estudiando regular el sector, numerosas personalidades pidieron en marzo una pausa en la investigacin e Italia suspendi ChatGPT tres semanas
La inteligencia artificia ofrece un sinfn de aplicaciones a corto y largo plazo pero la sociedad y los lderes de muchas potencias mundiales no estn convencidos de su implantacin en el da da. Por eso, Sam Altman, jefe de OpenAI y creador de ChatGPT, est realizando un tour alrededor del mundo para para tranquilizar sobre los riesgos de esta tecnologa y advertir acerca de proyectos de regulacin quiz demasiado restrictivos.
De Brasil a Nigeria, pasando por Europa y Asia. Diecisis ciudades, cinco continentes, reuniones cara a cara con jefes de Estado, conferencias en universidades e incluso una aparicin en la reunin que el grupo Bilderberg, el discreto club de dirigentes polticos y econmicos mundiales, celebr en Lisboa la semana pasada. Ese es el impresionante cartel del «OpenAI Tour», como lo denomin la empresa californiana.
La gira ilustra el estatus de gur mundial de la inteligencia artificial que se ha granjeado Sam Altman, de 38 aos, a raz del fulgurante xito de su robot conversacional ChatGPT.
Pero ahora debe responder a los temores que ste provoca: desinformacin, manipulacin de elecciones, destruccin masiva de empleos, robo a creadores e, incluso, amenaza global para la humanidad.
La necesidad de respuestas apremia, pues Europa y Estados Unidos estn estudiando regular el sector, numerosas personalidades pidieron en marzo una pausa en la investigacin e Italia suspendi ChatGPT tres semanas por uso no consentido de datos personales.
El sbado, los pases del G7 decidieron crear un grupo de trabajo y, en Bruselas, el comisario europeo Thierry Breton sugiri poner en marcha rpidamente un pacto sobre la inteligencia artificial (IA). Sam Altman explic en Twitter que prevea reunirse con usuarios y reguladores durante su gira.
Su campaa de seduccin empez con una comparecencia ante los senadores estadounidenses el 16 de mayo, donde caus sorpresa al exclamar: reglenme!». Tomando la delantera, declar que lo que ms miedo le da es que la IA pueda causar «importantes daos al mundo» y propuso crear una agencia mundial de regulacin.
Sin embargo, tambin consider que se podran crear numerosos empleos y recalc los riesgos que podra entraar una regulacin demasiado estricta pues, «si la industria estadounidense se ralentiza, China o cualquier otro podrn avanzar ms rpido».
Al da siguiente, el directivo viaj a Rio de Janeiro, y luego fue a Lagos (Nigeria) y a Lisboa. Esta semana, visit Madrid, Londres, Pars, Varsovia y Mnich. Sus prximas paradas sern Tel Aviv, Dubi, Nueva Delhi, Singapur, Yakarta, Sel, Tokio y Melbourne.
«Mesas»
Por las ciudades por donde pasa, Altman repite su discurso, que mezcla optimismo y advertencia, para tratar de convencer de que la IA no escapar al control humano.
«En [el grupo] Bilderberg, daba un poco de miedo», coment un participante. «Tambin prometi estar buscando un pas en el que implantar su sede europea», agreg.
En Pars, Varsovia y Madrid fue recibido como si de un jefe de Estado se tratara, reunindose respectivamente con el presidente francs Emmanuel Macron y con los jefes de gobierno polaco y espaol Mateusz Morawiecki y Pedro Snchez, todos ellos deseosos de aprovechar esta oportunidad econmica, aunque recordando la necesidad de establecer un control.
En una universidad de Nigeria, Altman prometi un florecimiento de las empresas emergentes e intent intent redorar la imagen de OpenAI, que recurri a trabajadores africanos baratos para entrenar el modelo de lenguaje de la aplicacin.
En Rio, en el Museo del Maana, defendi la necesidad de regular, pero insisti en que espera que ChatGPT d lugar a «un avance cientfico real» y que «mejore la vida de la gente». De manos del alcalde de Rio de Janeiro, Eduardo Paes, que se mostr entusiasta, recibi simblicamente las llaves de al ciudad.
En Londres, sin embargo, su llegada gener menos consenso. En el University College se form una fila de alumnos deseosos de escucharle, pero tambin una protesta con un puado de participantes. «No deberamos permitir que multimillonarios de Silicon Valley con complejo de mesas decidan lo que queremos», declar un estudiante.
En tanto, Sam Altman advirti que OpenAI podra «dejar de operar» en la Unin Europea si el futuro reglamento le impona demasiados lmites. «Intentaremos [adaptarnos a l] pero hay lmites tcnicos de lo que es posible», declar a Time Magazine, explicando que tena «muchas» crticas al proyecto de normativa europea.
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