A unos cuantos minutos caminando de El Palacio de Buckingham y cerca del famoso hotel London Hilton en Park Lane, se encuentra este acogedor restaurante de tapas mediterráneas. El Pirata, es un restaurante de gastronomía española que está ubicado en Mayfair, uno de los sectores más lujosos de la ciudad. Sin embargo, que su ubicación no te haga pensar que sus precios son exorbitantes. En realidad, tiene unos preciosos bastante asequibles que cualquiera se lo podría permitir.
Al llegar a este lugar, te encontrarás un restaurante bastante acogedor, y que en primera instancia parece pequeño. No obstante, en la parte inferior del restaurante cuentan con un amplio espacio para albergar a muchos más clientes. Los camareros de este establecimiento son demasiado amables con los clientes lo cual se agradece un montón ya que si dudas sobre qué pedir primero, gentilmente te harán una recomendación para que puedas empezar a disfrutar del festín.
Algo que me llamó mucho la atención fue la cantidad de gente que había comiendo en el restaurante. El restaurante estaba bastante lleno y todos eran clientes ingleses salvo mi acompañante y yo. Además, el hecho de tener un local muy lleno en estas fechas imposibilita realizar el distanciamiento social que estableció el Gobierno británico. Pero me imagino que en estos tiempos del Eat Out to Help Out es normal que los restaurantes estén muy llenos.
Mientras esperaba que llegara la comida, también me percaté de un detalle en una copa de agua. La copa tenía marcas de labios, lo cual significaba que estaba sucia. Este es un detalle que el restaurante debería tener mucho cuidado, en especial en estas fechas donde el coronavirus está circulando por todas las partes.
Servicio rápido, eficaz y platos exquisitos
Algo que se agradece en un restaurante, es la rapidez en la que toman tu orden y te traen los platos a la mesa y el Pirata es realmente muy rápido en este sentido.
Lo primero que pudimos probar fue una de las joyas de la corona de la gastronomía española. Claramente me refiero al jamón ibérico. El corte de cada rodaja era preciso y su sabor era muy bueno. Lo acompañamos con un vino rosado Tarima Rose de origen alicantino, junto con unos exquisitos panes con tomate y aceite de oliva.
Lo siguiente que pudimos degustar fue la tradicional tortilla de patatas española. Su textura suave y esponjosa se asemeja a la maravillosa tortilla casera que solo mi abuela podía preparar. También pudimos probar las Gambas al Pil-Pil preparadas con aceite de oliva, ajo, y pimientos picantes secos; y unas alitas de pollo también preparadas con aceite de oliva, un poco de pimiento picante y un aderezo de pimentón. Esto último le daba un sabor un poco dulce al pollo lo cual hacia del plato más apetecible.
Otra tapa mediterránea qué pudimos degustar fue el chorizo al vino que tenía un sabor espectacular. Normalmente las porciones de chorizo son bastante reducidas. Sin embargo, en esta ocasión fueron bastante amables con la porción. Finalmente, probamos el tradicional postre gallego Tarta Santiago servido con una bola de helado de vainilla.
Sin duda alguna, tanto como el servicio como la comida, hacen de este restaurante de tapas español uno de los mejores lugares para poder disfrutar de una cena junto a tus seres queridos. Tanto el ambiente, la música, así como sus camareros harían de tu experiencia un momento placentero y te dejará con un deseo de volver nuevamente.