En un giro político sorprendente, Salvador Nasralla ha generado intensa controversia al unirse a una coalición política junto al Partido Nacional en Honduras.
En recientes declaraciones ha confirmado lo que un gran sector señala, y es su ferviente deseo de ser presidente de Honduras, al cual por cierto nunca ha renunciado ni lo hará.
Por ello ha buscado opciones que alimenten ese sueño frustrado, con el Bloque de Oposición Ciudadana (BOC).
El oficialismo ha dirigido fuertes críticas hacia Nasralla por esta decisión, ya que el Partido Nacional ha estado en el poder durante los últimos 12 años y ha sido señalado por la presidenta Castro como responsable de la crisis multifacética que aqueja al país.