
Dos títulos de la Ligue 1, ocho Copas de Francia y una única Recopa de Europa era todo lo que el PSG tenía en la sala de trofeos hasta 2011, el año en que Qatar entró en escena. 23 de noviembre de 2010: Sarkozy almorzamos en París con miembros del gobierno de Qatar, michel platini y un inversor minoritario en PSG. Aquel encuentro marcó el rumbo de la venta del equipo parisino al estado del Golfo. Pero eso no fue todo. Nueve días después, Qatar fue nombrado como anfitrión de la Copa del Mundo 2022.lo que generó numerosas sospechas y críticas en todo el mundo del fútbol.
Nueve días después, Qatar fue nombrado anfitrión de la Copa del Mundo de 2022
Qatar, usando un fondo de inversión llamado “Inversiones deportivas de Qatar”no solo buscaba la adquisición del club, sino que también se centró en promocionar BeIN Sports, su canal deportivo que entonces luchaba por controlar las retransmisiones deportivas en el Golfo, y que acabaría con la práctica totalidad de los derechos de las retransmisiones deportivas en Francia, tomando el relevo Canal+ en la mayoría de los deportes, gracias a un acuerdo con Sarkozy, ferviente seguidor del PSG.
El 31 de mayo de 2011, Colonial Capital hizo pública la venta del 70% de sus acciones a Qatar Sports Investments, por un importe de 40 millones de euros. La nación del Golfo pasó a obtener la propiedad total después de desembolsar 30 millones de euros adicionales unos meses más tarde, anunciando así una nueva era para el fútbol parisino. El PSG, bajo su nuevo liderazgo, pretendía traer una dinámica novedosa a la capital francesa, con el objetivo principal de asegurar el primer título de la Liga de Campeones de la ciudad. Se retuvo a la leyenda del club y ex entrenador ganador de la Copa de Francia, Antoine Kombouaré, y se contrató a Leonardo como director deportivo inaugural de Qatar. Nasser Al Khelaïfi, relativamente nuevo, fue designado gerente principal y poco después fue ascendido al cargo de presidente.
La transformación del PSG fue rápida y completa. El club pasó de una relativa oscuridad a las primeras planas casi de la noche a la mañana. Las billeteras de los nuevos propietarios estaban abiertas, listas para niveles increíbles de inversión… y, sin embargo, una década después, el club no ha logrado ganar la Liga de Campeones, el único y verdadero premio tan deseado. El ambicioso proyecto, que inicialmente parecía destinado al dominio europeo, se ha visto obstaculizado por la discordia interna, siendo los enfrentamientos entre poderosos egos uno de los principales problemas.