La mala gerencia de la Dirección Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf) ha pagado la ilusión de esperanzas de que cuiden de una manera correcta a la niñez hondureña.
Entre las cosas que han salido a la luz están:
- Corrupción
- Abuso de autoridad
- Venta de menores
- Sobrepoblación de personal
- Personal aliado por color político
- Mal manejo de expedientes
- Violaciones
- Muertes de niños
En el mes de mayo Dulce Villanueva se vio obligada a renunciar a su cargo luego de que se filtraran audios en los que pedía dinero a mandos intermedios a cambio de empleos o aumentos salariales, razón por la que la Agencia Técnica de Investigación (Atic) abrió una línea de investigación contra la exfuncionaria por los delitos de cohecho, sustracción y destrucción de documentos.
Sumándole a esto Villanueva ya había sido denunciada anteriormente por presuntos procesos irregulares en la adopción de menores de edad que estaban bajo la tutela de la Dinaf.
Asimismo, en el mes de julio del presente año se dio a conocer el fallecimiento de una bebé tras ser violada bajo custodia del Dinaf, ante lo sucedido la familia de la pequeña exigió a las autoridades que investigaran lo sucedido y se pudiera hacer justicia para que ningún otro menor fuera víctima de violación en manos de las personas que laboran en está institución.
A la vez, la abogada Nilsa Flores exjefe de la oficina regional centro oriente de la Dinaf quien desde su vivencia personal narró a los medios de comunicación que durante la gestión de la abogada Villanueva vivió hostigamiento laboral, por no aceptar realizar acciones incorrectas, situación que también denunciaron otros empleados.
Flores detalló que les quitaron sus expedientes y también se desencadenaron n una serie de acciones en contra de todos muchos sufrieron golpes y otros sufrieron degradamiento de puestos.
Además, la Fiscalía informó que un padre y una madre presentaron y formalizaron denuncias por restitución de derecho con carácter internacional, denunciando puntualmente a la exdirectora de la Dinaf, lo que ha obligado hacer una nueva investigación sobre estos hechos que son de carácter administrativo.
Se estima que entre el 2021 y 2022 Honduras registró alrededor de 3,112 denuncias de abuso sexual infantil a menores entre 8 y 15 años y la mayoría de ellas siguen impunes.
Cabe destacar, que los derechos de los niños y las niñas deberían de ser el pilar de una democracia y un estado de derecho como el interés superior de los menores debe estar al centro de todo el trabajo institucional, pero la pregunta es ¿Cuándo piensan las autoridades ha convertir esto en una realidad en Honduras?